Los adolescentes se encuentran en una etapa particular, donde no son aún adultos pero mucho menos niños. La pregunta entonces es ¿qué sí son? Esa resulta la gran incógnita que suelen adolecer los que se encuentran pasando esta etapa vital.
En la adolescencia es la etapa donde se viven una serie de cambios, fisiológicos y psicológicos, que pueden resultar agradables o aversivos. Además, se trabaja arduamente por lograr una identidad, que sea propia y auténtica, que vaya en la línea de los valores y principios que hasta ahora se han recibido.
Así mismo, los adolescentes suelen reducir la prioridad que, cuando niños, les otorgaban a sus padres, dándosela ahora a las relaciones sociales. Así mismo, la independencia parece ser algo de lo que, en cierta medida, se quiere disfrutar, pero la cual trae consigo una serie de dudas que pueden llegar a generar malestar.
En la misma línea, ya bien entrada la adolescencia, la persona empieza a tener requerimientos y responsabilidades que se le exige de una u otra manera desde afuera ¿Qué vas a estudiar? ¿A qué te quieres dedicar en la vida? ¿Tienes pareja? En algunos casos, estas situaciones llevan al adolescente a un estado de malestar sostenido en el cual se ve incapacitado. Para ello, suele recomendarse a él y a los padres, asesoramiento psicológico, que puede funcionar como una muleta temporal para normalizar estos procesos vitales.
Entre los problemas más comunes que suelen presentar los adolescentes son:
Ansiedad y tristeza prolongada Miedos Fracaso escolar
Ansiedad ante los exámenes Baja autoeficacia Dificultades en las relaciones sociales
Desafío a las figuras de autoridad Agresividad Dificultad en el control de impulsos
Adicciones Relaciones de riesgo Acoso escolar
Conductas de riesgo Trastornos alimenticios …